
¿Cómo a Amar Dios? (Amor de Dios; 2 de 3)
Romanos 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
El propósito del Señor es que Le amamos, claro. También claro es que Dios quiere más que sentimientos de la carne, más que alabanza en la carne, y más que obras de la carne.
Juan 4:23-24 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
Cuando leemos las escrituras, entendemos que debemos amar todos, pero primeramente Dios. Si no amamos todos, no amamos Dios. (1 Juan 4:16-21).
Permítanos a leer el “capítulo de amor”, pero esta vez no pensando en otros, pero en Dios…
1 Corintios 13 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor (por Dios), vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.
2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor (por Dios), nada soy.
3 Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.
4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;
5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;
6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.
9 Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos;
10 mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.
11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.
12 Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.
13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.
¿Qué es el perfecto? ¡AMOR es el perfecto! Este capítulo puede servir como una regla a medir si amamos Dios o no:
¿Sufrimos para Dios?
A veces necesitamos sufrir persecuciones o sacrificios por Dios…
¿Estamos benignos con Dios?
Siempre tratamos Dios muy bueno; como muy buen amigo.
¿Tenemos envidia de Dios?
No robamos Dios de Sus glorias, gracias o bendiciones
(tomando crédito por las cosas que Dios había hecho).
¿Nos jactamos?
Somos humildes y mansos en el servicio de Dios.
¿Somos egoisticos con Dios?
Pedimos Dios a dar dones y ayudas a otros. No preocupamos de
nuestras necesidades (Mateo 6:31-34).
¿Somos irritados con Dios?
Sabemos que Dios es bueno, pero no entendemos todo que está
pasando en nuestro mundo. A las veces cuando hay cosas que
nos molestan, confiamos en Dios.
¿Tenemos rencor?
Si Dios nos permite a sufrir dolores o perder cosas preciosas,
sabemos que Jesús sabe lo mejor por todo. Aunque sentimos
tristezas, seguimos contentos con Cristo.
¿Deseamos de Dios injustica por cubrir nuestros pecados o errores?
Preferimos a caminar en la verdad y sufrir las consecuencias de
nuestras pecados. Tenemos gozo en la Luz de la verdad.
¡Sufrimos todo, creemos todo, esperamos todo, soportamos todo!
Romanos 8:35-39 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
36 Como está escrito:
Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero. m
37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
¡Que perfecto es el amor!
Gálatas 5:6 porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor.
¡la FE obra del AMOR! ¡El AMOR de Dios!
Gálatas 5:13-14 Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.
14 Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
¿Por qué Jesús sufrió y murió por nosotros?
¡Para darnos la libertad a amar Dios!
Muchos enseñan que Jesús murió para perdonar nuestros pecados. Este es verdad, pero es de niño (1 Corintios 13:11). El propósito de Su sacrificio estaba a darnos libertad a AMAR DIOS.
Lucas 7:36-50 Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa. 37 Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume;
38 y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume.
39 Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora.
40 Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di, Maestro.
41 Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta;
42 y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más?
43 Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado.
44 Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos.
45 No me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies.
46 No ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta ha ungido con perfume mis pies.
47 Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama.
48 Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados.
49 Y los que estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste, que también perdona pecados?
50 Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz.
Nosotros que sabemos que pecábamos MUCHO, cuando estamos salvado; ¡Amamos MUCHO el Señor!
¿Pero quién no pecaba mucho?
La verdad es que TODOS NOSOTROS habíamos pecado mucho. Pero algunos de nosotros no creemos que estábamos TAN MALOS. Queremos pensar que el Señor nos amaría más si no estábamos TAN malvados… Y es por esta razón faltamos mucho el AMOR de DIOS.
1 Juan 4:7-10 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.
10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
Cuando realizamos cuán grande es el amor de Dios por nosotros, realizaríamos CUAN GRANDE están nuestros PECADOS.
-si Jesús podría comprar nuestra salvación con sacrificios de algunos
animales o multas de dinero; nuestros pecados no podrían ser muy
grande.
-si encentraríamos UN HOMBRE (de los mil millones) que podría pagar
el cuento de sus pecados; nuestros pecados no podrían ser muy
grande.
-si podíamos encontrar la manera a pagar para UN PECADO (¡solo
uno!); nuestros pecados no podrían ser muy
grande.
Pensamos un poco más:
Si decimos una mentira, ¿cómo a borrar este pecado?
Si, podemos pedir perdón, pero;
-la gente saben que somos mentirosos.
-la gente nunca más pueden confiar en nuestras palabras.
-la gente saben que no le amamos o tenemos confianza en ella.
¿Y cuantas mentiras decimos cada año? ¡!Uuuff!!
No podemos hacer nada porque somos carnales. Si promesamos a no mentir mas, quien nos creen? Si nos dicen que lo olvidarían, son mentirosos también…
Romanos 5:8-11 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.
11 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.
¡Qué lindo es el amor de Dios!
¡Qué hermosa la Salvación que nos ofrece!
¡Cuánto amamos Jesucristo por morir por nosotros!
Debemos permitir Jesús a reinar sobre nuestras vidas.
Aceptas esta gran salvación el día de hoy.
Pides perdón y salvación del único Salvador.
¡Pides Jesús a ser tu Señor!
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